ASESINOS: Andoni Otegi y Óscar Celarain
- Relato dramático de la madre de la niña asesinada en Santa Pola
- Cuando explotó el coche bomba, notó 'como la casa se venía encima'
- 'Oí a mi hija llamarme: 'Mamá, mamá'. Sabía que mi hija se moría'
- El fiscal pide para Andoni Otegi y Óscar Celarain, 1.180 años de cárcel
La Audiencia Nacional ha vivido un momento de especial dramatismo tras la declaración de Toñi Santiago, madre de Silvia, la niña de seis años hija de un guardia civil asesinada por ETA en el atentado contra la casa cuartel de Santa Pola (Alicante). En el atentado también murió Cecilio Gallego, que se encontraba en la parada de autobús junto al cuartel, y hubo medio centenar de heridos.
Al pasar delante de los dos acusados, que están siendo juzgados en la Audiencia Nacional, Toñi Santiago se ha parado a mirarles al tiempo que les ha gritado: "¡Asesinos, cobardes, hijos de puta!".
NOTICIA:
Esta noticia ha pasado, casi desapercibida, en la mayor parte de medios, sólo algunos han dado el tratamiento informativo que merecen los muertos de la banda terrorista ETA.
Aunque a Toñi Santiago, le ha salido de lo más profundo de su alma, los insultos a los asesinos de su hija, sólo son palabras. Ellos, los asesinos etarras, seguirán gozando de una vida: tranquila, de privilegios, prepotencias, arropados por los de su calaña y de sus "queridas" familias.
Para Silvia, la niña que mataron, todo acabó un día en que por la voluntad de sus asesinos, se proclamaron dueños de su vida y su muerte. Ahora, por la voluntad de otros impresentables, han hecho posible que esta escoria humana se autoproclamen libertadores de un trozo de España. Se creen gudaris de... mierda.
Al pasar delante de los dos acusados, que están siendo juzgados en la Audiencia Nacional, Toñi Santiago se ha parado a mirarles al tiempo que les ha gritado: "¡Asesinos, cobardes, hijos de puta!".
NOTICIA:
Esta noticia ha pasado, casi desapercibida, en la mayor parte de medios, sólo algunos han dado el tratamiento informativo que merecen los muertos de la banda terrorista ETA.
Aunque a Toñi Santiago, le ha salido de lo más profundo de su alma, los insultos a los asesinos de su hija, sólo son palabras. Ellos, los asesinos etarras, seguirán gozando de una vida: tranquila, de privilegios, prepotencias, arropados por los de su calaña y de sus "queridas" familias.
Para Silvia, la niña que mataron, todo acabó un día en que por la voluntad de sus asesinos, se proclamaron dueños de su vida y su muerte. Ahora, por la voluntad de otros impresentables, han hecho posible que esta escoria humana se autoproclamen libertadores de un trozo de España. Se creen gudaris de... mierda.
Si los mediocres políticos, de todos los sentidos, que tenemos en España, dejasen de jugar al monopoli de España para ver quién se embolsa más votos, más gobierno o más poder, y de verdad se uniesen para vencer y derrotar a los terroristas de ETA y arrinconar a sus colaboradores, apoyos y simpatizantes, entonces, Silvia y casi muertos más, descansarían en paz. Pero nos tememos, muchos españoles, que eso nunca llegará.
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